Agencia Peruana de Noticias PRENSAPERU.PEhttps://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe A medida que se acercan las elecciones nacionales, la atención pública se centra, una vez más, en el papel de las encuestadoras y su influencia en la opinión pública, en el Perú, la credibilidad de estas empresas ha sido cuestionada repetidamente, especialmente durante los periodos preelectorales, generando un debate sobre su verdadera independencia y transparencia.
EL CONTEXTO PERUANO: DESCONFIANZA HISTÓRICA
La desconfianza hacia las encuestadoras en el Perú no es nueva, a lo largo de los años, numerosos analistas y ciudadanos han expresado su preocupación por la posibilidad de que algunas encuestadoras manipulen sus resultados para favorecer a ciertos candidatos o partidos políticos; estas acusaciones se basan en la percepción de que algunas empresas reciben financiamiento de fuentes interesadas en influir en el electorado.
LA ACUSACIÓN: FINANCIAMIENTO Y RESULTADOS SESGADOS
Una de las principales críticas es que ciertas encuestadoras reciben pagos significativos para posicionar a determinados candidatos en los primeros lugares de las encuestas, esta práctica, cierta y que ha sido demostrada en el país sobre todo en la época del “Fujimontesismo”, tiene como objetivo inducir el voto ciudadano, creando una percepción de inevitabilidad o popularidad que no necesariamente se corresponde con la realidad.
“Hemos visto en el pasado cómo algunas encuestas parecen inflar artificialmente el apoyo a ciertos candidatos,” la década de los 90 en Perú estuvo marcada por el gobierno autoritario de Alberto Fujimori, un período en el que la corrupción se extendió a diversas instituciones del Estado, incluyendo las encuestadoras. La compra de encuestas para manipular la opinión pública se convirtió en una práctica común, socavando la credibilidad del sistema democrático; esta práctica no ha cesado continúa impune, esperando sobre todo en tiempos de lid electoral a sus potenciales clientes que buscan por estos métodos llegar al poder y saquear las arcas públicas en su propio beneficio.
EVIDENCIAS Y CASOS PASADOS
Se sabe que el gobierno de Fujimori destinó fondos públicos para financiar encuestas que favorecieran su imagen y la de sus aliados políticos, las encuestadoras que aceptaban estos pagos inflaban los resultados, mostrando un apoyo popular que no se correspondía con la realidad, esta manipulación tenía como objetivo crear una percepción de legitimidad y desmoralizar a la oposición.
La experiencia de los años 90 en Perú sirve como una advertencia sobre los peligros de la corrupción y la manipulación de la información, es fundamental fortalecer las instituciones democráticas, promover la transparencia y garantizar la independencia de los medios de comunicación y las encuestadoras; solo así se podrá evitar que se repitan los errores del pasado y construir una sociedad más justa y democrática.
Hoy en día muchas de estas empresas encuestadoras con pasado oscuro, están recicladas con nuevos nombres, en propiedad de terceros o clanes familiares, que se han lavado los rostros con otra imagen pública, para seguir en sus festines aliados a una clase política imbornal.
EL IMPACTO EN LA DEMOCRACIA
La manipulación de encuestas, de ser una práctica extendida, tendría graves consecuencias para la democracia peruana. Al influir en la percepción pública y distorsionar la realidad política, se socava la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones informadas. Además, se genera un clima de desconfianza que erosiona la legitimidad de las instituciones electorales.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
Ante esta situación, es fundamental promover una mayor transparencia y regulación en el sector de las encuestas. Algunas posibles medidas incluyen:
Regulación más estricta.
Establecer normas claras sobre la metodología de las encuestas y la divulgación de información relevante, como el tamaño de la muestra, el margen de error y las fuentes de financiamiento.
Supervisión independiente.
Crear un organismo independiente encargado de supervisar la actividad de las encuestadoras y garantizar su cumplimiento de las normas.
Educación ciudadana.
Informar a los ciudadanos sobre cómo interpretar las encuestas y ser críticos ante los resultados que parecen demasiado buenos para ser verdad.
CONCLUSIÓN
A medida que el Perú se prepara para un nuevo proceso electoral, es crucial abordar las preocupaciones sobre la credibilidad de las encuestadoras, la transparencia, la regulación y la educación ciudadana son herramientas esenciales para garantizar que las encuestas sean un reflejo fiel de la opinión pública y no un instrumento de manipulación política. Solo así se podrá fortalecer la democracia y asegurar que los ciudadanos tomen decisiones informadas y libres.
Fuente: Agencia Peruana de Noticias PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe

English Translation
Peru Elections: Do Polls Predict or Induce Voting? The Dark Side of Pollsters: Real Measurement or Electoral Manipulation?
Peruvian News Agency PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe As the national elections approach, public attention is once again focused on the role of pollsters and their influence on public opinion. In Peru, the credibility of these companies has been repeatedly questioned, especially during the pre-election periods, generating a debate about their true independence and transparency.
THE PERUVIAN CONTEXT: HISTORICAL DISTRUST
Distrust of pollsters in Peru is not new. Over the years, numerous analysts and citizens have expressed concern about the possibility that some pollsters manipulate their results to favor certain candidates or political parties. These accusations are based on the perception that some companies receive funding from sources interested in influencing the electorate.
THE ACCUSATION: FUNDING AND BIASED RESULTS
One of the main criticisms is that certain pollsters receive significant payments to place certain candidates at the top of the polls. This practice, which is true and has been demonstrated in the country, especially during the “Fujimontesismo” era, aims to induce citizen voting, creating a perception of inevitability or popularity that does not necessarily correspond to reality.
“We have seen in the past how some polls appear to artificially inflate support for certain candidates.” The 1990s in Peru were marked by the authoritarian government of Alberto Fujimori, a period in which corruption spread to various state institutions, including pollsters. The purchase of polls to manipulate public opinion became a common practice, undermining the credibility of the democratic system; this practice has not ceased and continues with impunity, awaiting, especially during election times, potential clients who seek to use these methods to seize power and plunder public coffers for their own benefit.
EVIDENCE AND PAST CASES
It is known that the Fujimori government allocated public funds to finance polls that favored its image and that of its political allies. The pollsters that accepted these payments inflated the results, showing popular support that did not correspond to reality. This manipulation was intended to create a perception of legitimacy and demoralize the opposition.
The experience of the 1990s in Peru serves as a warning about the dangers of corruption and the manipulation of information. It is essential to strengthen democratic institutions, promote transparency, and guarantee the independence of the media and pollsters. Only in this way can we avoid repeating the mistakes of the past and build a more just and democratic society.
Today, many of these pollsters with a dark past are recycled under new names, owned by third parties or family clans, who have rebranded themselves with a different public image, to continue their feasts allied with a corrupt political class.
THE IMPACT ON DEMOCRACY
Poll manipulation, if widespread, would have serious consequences for Peruvian democracy. By influencing public perceptions and distorting political reality, it undermines citizens’ ability to make informed decisions. Furthermore, it creates a climate of mistrust that erodes the legitimacy of electoral institutions.
WHAT CAN BE DONE?
Given this situation, it is essential to promote greater transparency and regulation in the polling sector. Some possible measures include:
Stricter regulation.
Establish clear standards on survey methodology and the disclosure of relevant information, such as sample size, margin of error, and funding sources.
Independent oversight.
Create an independent body tasked with overseeing the activities of polling firms and ensuring their compliance with the standards.
Citizenship education.
Inform citizens about how to interpret polls and be critical of results that seem too good to be true.
CONCLUSIÓN
As Peru prepares for a new electoral process, it is crucial to address concerns about the credibility of pollsters. Transparency, regulation, and citizen education are essential tools to ensure that polls are an accurate reflection of public opinion and not an instrument of political manipulation. Only in this way can democracy be strengthened and ensure that citizens make informed and free decisions.
Source: Peruvian News Agency PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe