Agencia Peruana de Noticias PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe El presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana Ysa en compañía de diversos ministros de Estado en conferencia de prensa luego de concluido la sesión del Consejo de Ministros, sostuvieron un visible y claro intento por mitigar meridianamente la creciente tensión social en torno a la minería informal, afirmando que el gobierno ha creado espacios de diálogo, como la mesa técnica para la formalización minera y el subgrupo de trabajo técnico-jurídico, para abordar las preocupaciones de los gremios mineros.
Sin embargo, esta declaración, lejos de apaciguar las aguas, revela una estrategia política de contención social más que una solución efectiva a un problema estructural. La insistencia en la “voluntad del Ejecutivo” de consensuar una norma, sin mencionar plazos concretos ni medidas específicas, denota una falta de compromiso real con la problemática. La mención de una “comisión multisectorial” y un “grupo de trabajo” carece de transparencia, sin especificar la composición real de estos grupos ni la influencia real que tienen los gremios mineros en las decisiones.
La afirmación de que “ningún gobierno ha abordado este tema con tanta seriedad y responsabilidad” es una declaración política destinada a proyectar una imagen de eficiencia gubernamental, pero que carece de sustento fáctico si no se acompaña de resultados concretos.
La agenda de tres objetivos, si bien es bienintencionada, resulta vaga y susceptible de interpretaciones ambiguas. El objetivo de “acompañar a los más de 30 mil mineros en proceso de formalización” es un compromiso de largo plazo que no aborda la urgencia de la situación actual.
La promesa de brindar apoyo laboral y en salud a los mineros informales y sus familias, sin especificar los recursos destinados a ello, se percibe como una medida paliativa insuficiente.
La declaración de Arana Ysa sobre la existencia de un sector que demanda atención inmediata, seguida de la referencia al subgrupo de trabajo como espacio para abordar temas puntuales, pone de manifiesto una estrategia política de dividir y conquistar, abordando las demandas más urgentes de manera individual para evitar una respuesta unificada y contundente del sector minero.
La mención de la cuarta sesión de la mesa este viernes, si bien destaca la vocación de diálogo, no garantiza la efectividad de este diálogo ni la consecución de acuerdos significativos.
El discurso en la conferencia de prensa de Arana Ysa, en su segunda parte, se centra en el fortalecimiento de la imagen del gobierno. El énfasis en el “espíritu patriótico” y la mención del mensaje a la Nación y la Parada Militar, son estrategias políticas para desviar la atención de los problemas sociales y económicos que aquejan al país, incluida la problemática minera.
La referencia a la lucha contra el terrorismo y los radicales que atentan contra la democracia, es un recurso retórico que busca posicionar al gobierno como garante del orden y la estabilidad, ignorando las causas profundas de la disconformidad social.
Finalmente, el saludo del premier Eduardo Arana Ysa a la nueva Mesa Directiva del Congreso, si bien es un gesto protocolar, refleja la estrategia política del Ejecutivo de buscar una relación de colaboración con el Legislativo para asegurar la aprobación de leyes y medidas que beneficien sus intereses, incluso a costa de ignorar las necesidades de la población. En resumen, el comunicado del presidente del Consejo de Ministros presenta una imagen cuidadosamente elaborada del gobierno, pero carece de sustancia en cuanto a soluciones concretas a los problemas reales del país. La retórica política domina sobre la acción efectiva.
Fuente: Agencia Peruana de Noticias PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe

English Translation
Premier Eduardo Arana: More rhetoric than solutions in the mining crisis; government dialogue fails to deliver amid the mining crisis.
Peruvian News Agency PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe The Prime Minister, Eduardo Arana Ysa, accompanied by several ministers of state at a press conference following the conclusion of the Council of Ministers session, made a visible and clear attempt to clearly mitigate the growing social tension surrounding informal mining, affirming that the government has created spaces for dialogue, such as the technical roundtable for mining formalization and the technical-legal working subgroup, to address the concerns of mining unions.
However, this statement, far from calming the waters, reveals a political strategy of social containment rather than an effective solution to a structural problem. The insistence on the “executive’s willingness” to agree on a regulation, without mentioning concrete deadlines or specific measures, denotes a lack of real commitment to the issue. The mention of a “multisectoral commission” and a “working group” lacks transparency, without specifying the actual composition of these groups or the real influence the mining unions have on decisions.
The assertion that “no government has addressed this issue with such seriousness and responsibility” is a political statement intended to project an image of governmental efficiency, but it lacks factual support if not accompanied by concrete results.
The three-objective agenda, while well-intentioned, is vague and susceptible to ambiguous interpretations. The objective of “supporting the more than 30,000 miners in the process of formalization” is a long-term commitment that fails to address the urgency of the current situation.
The promise to provide employment and health support to informal miners and their families, without specifying the resources allocated to this end, is perceived as an insufficient palliative measure.
Arana Ysa’s statement regarding the existence of a sector demanding immediate attention, followed by the reference to the working subgroup as a space to address specific issues, reveals a political strategy of divide and conquer, addressing the most urgent demands individually to avoid a unified and forceful response from the mining sector.
The mention of the fourth session of the roundtable this Friday, while highlighting the desire for dialogue, does not guarantee the effectiveness of this dialogue or the achievement of significant agreements.
Arana Ysa’s second press conference speech focuses on strengthening the government’s image. The emphasis on the “patriotic spirit” and the mention of the Address to the Nation and the Military Parade are political strategies to divert attention from the social and economic problems plaguing the country, including the mining issue.
The reference to the fight against terrorism and radicals who threaten democracy is a rhetorical device that seeks to position the government as the guarantor of order and stability, ignoring the root causes of social discontent.
Finally, Prime Minister Eduardo Arana Ysa’s greeting to the new Board of Directors of Congress, while merely a formal gesture, reflects the Executive Branch’s political strategy of seeking a collaborative relationship with the Legislature to ensure the passage of laws and measures that benefit its interests, even at the cost of ignoring the needs of the population. In short, the Prime Minister’s statement presents a carefully crafted image of the government, but lacks substance in terms of concrete solutions to the country’s real problems. Political rhetoric dominates effective action.
Source: Peruvian News Agency PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe