Agencia Peruana de Noticias PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe El conflicto entre Irán e Israel es una compleja maraña histórica que bien podríamos afirmar que se remonta a etapas bíblicas, ideológicas y geopolíticas que trasciende las simples narrativas de buenos y malos. Para comprender la profundidad de esta confrontación, es crucial analizar críticamente las acciones y motivaciones de ambas naciones, evitando caer en la simplificación de un único punto de vista.

IRÁN: EL EJE DE LA RESISTENCIA Y LAS AMBICIONES NUCLEARES
La República Islámica de Irán se presenta como un baluarte contra la influencia occidental en la región, liderando lo que denomina “eje de la resistencia”. Este discurso, que resuena con fuerza en amplios sectores de la población iraní, justifica su apoyo a grupos armados palestinos y otras facciones consideradas enemigas de Israel. Sin embargo, esta postura, a menudo percibida como agresiva por Occidente e Israel, ignora las preocupaciones legítimas sobre el programa nuclear iraní y su potencial para desestabilizar aún más la región. La insistencia de Irán en su derecho al enriquecimiento de uranio, a pesar de las sanciones internacionales, alimenta las sospechas sobre sus verdaderas intenciones, generando una atmósfera de desconfianza que dificulta cualquier negociación. Es crucial analizar si la retórica anti-israelí sirve como distracción de los problemas internos iraníes o si refleja una verdadera amenaza existencial.

ISRAEL: SEGURIDAD NACIONAL Y LA PRESIÓN INTERNACIONAL
Israel, por su parte, argumenta que sus acciones militares y su política exterior están dictadas por la necesidad de garantizar su seguridad nacional en un entorno hostil. La amenaza percibida de Irán, junto con la actividad de grupos armados en sus fronteras, justifica, según el gobierno israelí, sus acciones militares, incluyendo ataques aéreos en Siria e incluso la posibilidad de una acción preventiva contra las instalaciones nucleares iraníes. Sin embargo, esta narrativa, a menudo respaldada por los Estados Unidos y otros aliados occidentales, es criticada por su falta de transparencia y por las consecuencias humanitarias de sus acciones. La ocupación de territorios palestinos y el trato a la población palestina son puntos críticos que empañan la imagen de Israel como una “democracia en el Medio Oriente” y generan una fuerte oposición internacional. Es necesario cuestionar si las medidas tomadas por Israel son proporcionales a las amenazas que enfrenta y si contribuyen a una solución pacífica o a una escalada del conflicto.

UN FUTURO INCIERTO: LA NECESIDAD DEL DIÁLOGO
El conflicto Irán-Israel es un desafío complejo que requiere un análisis crítico y matizado. Ambos países, con sus propias narrativas y justificaciones, han contribuido a un ciclo de violencia y desconfianza que amenaza la estabilidad regional. Para romper este círculo vicioso, es imprescindible un diálogo abierto y honesto, que aborde las preocupaciones de seguridad de ambas partes, pero también que reconozca y resuelva las injusticias y violaciones de derechos humanos que han marcado este largo y sangriento conflicto. El camino hacia la paz requiere un compromiso real con la diplomacia y el respeto mutuo, un desafío monumental pero esencial para la supervivencia y la prosperidad de la región.

EL PAPEL DE RUSIA Y ESTADOS UNIDOS EN EL CONFLICTO IRÁN-ISRAEL
Tanto Rusia como Estados Unidos han jugado, y siguen jugando, roles significativos, aunque indirectos, en el conflicto Irán-Israel. Sus influencias se manifiestan principalmente a través de sus relaciones bilaterales con ambos países, sus políticas regionales y su postura ante el programa nuclear iraní.

RUSIA
Históricamente, Rusia ha mantenido relaciones estrechas con Irán, basadas en lazos históricos, cooperación militar y económica. Esta relación proporciona a Irán un contrapeso a la influencia occidental, y a Rusia, un aliado estratégico en una región geopolíticamente crucial. La venta de armas a Irán por parte de Rusia, aunque limitada por las sanciones internacionales, representa un factor de influencia en el equilibrio de poder regional. Además, la postura de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU respecto a las sanciones a Irán ha sido, en ocasiones, un obstáculo para las iniciativas occidentales. Sin embargo, la creciente cooperación entre Rusia e Israel en materia de seguridad, especialmente en Siria, introduce una complejidad adicional en el panorama. Esta cooperación se centra principalmente en la lucha contra el terrorismo y la prevención de la expansión de grupos extremistas, aunque no elimina las tensiones inherentes a la relación entre Rusia e Irán.

ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos, por su parte, mantiene una estrecha alianza estratégica con Israel, proporcionando apoyo militar y diplomático significativo. Este apoyo se basa en la consideración de Israel como un aliado clave en la región y en la preocupación por su seguridad. La política estadounidense hacia Irán se ha caracterizado por una fuerte oposición a su programa nuclear y su apoyo a las sanciones internacionales. Sin embargo, la administración Trump se retiró del acuerdo nuclear de 2015, lo que generó tensiones adicionales y debilitó los esfuerzos diplomáticos para contener las ambiciones nucleares iraníes. La postura de Estados Unidos hacia el conflicto palestino-israelí también influye en la dinámica regional, aunque sus esfuerzos de mediación han tenido resultados limitados. La administración Biden ha expresado su intención de retomar una postura más diplomática, pero las tensiones persisten.

CONCLUSIÓN
El papel de Rusia y Estados Unidos en el conflicto Irán-Israel es complejo y multifacético. Sus acciones, a menudo contradictorias, han contribuido a la inestabilidad regional. Si bien ambos países han intentado, a veces, actuar como mediadores, sus intereses nacionales y sus relaciones bilaterales con Irán e Israel continúan siendo factores determinantes en la configuración del conflicto. Una solución duradera requiere una mayor cooperación internacional y un compromiso genuino con el diálogo y la diplomacia, independientemente de las complejidades políticas.

Fuente: Agencia Peruana de Noticias PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe

English Translation
The already ongoing conflict between Iran and Israel: A critical look at two nations at odds since biblical times.

Peruvian News Agency PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe The conflict between Iran and Israel is a complex historical tangle that we could say dates back to biblical, ideological, and geopolitical periods, transcending simple narratives of good and evil. To understand the depth of this confrontation, it is crucial to critically analyze the actions and motivations of both nations, avoiding the simplification of a single point of view.

IRAN: THE AXIS OF RESISTANCE AND NUCLEAR AMBITIONS
The Islamic Republic of Iran presents itself as a bulwark against Western influence in the region, leading what it calls the “axis of resistance.” This rhetoric, which resonates strongly with broad sectors of the Iranian population, justifies its support for Palestinian armed groups and other factions considered enemies of Israel. However, this stance, often perceived as aggressive by the West and Israel, ignores legitimate concerns about Iran’s nuclear program and its potential to further destabilize the region. Iran’s insistence on its right to uranium enrichment, despite international sanctions, fuels suspicions about its true intentions, generating an atmosphere of mistrust that hinders any negotiations. It is crucial to analyze whether anti-Israel rhetoric serves as a distraction from Iran’s internal problems or reflects a genuine existential threat.

ISRAEL: NATIONAL SECURITY AND INTERNATIONAL PRESSURE
Israel, for its part, argues that its military actions and foreign policy are dictated by the need to ensure its national security in a hostile environment. The perceived threat from Iran, coupled with the activity of armed groups on its borders, justifies, according to the Israeli government, its military actions, including airstrikes in Syria and even the possibility of preemptive action against Iranian nuclear facilities. However, this narrative, often supported by the United States and other Western allies, is criticized for its lack of transparency and the humanitarian consequences of its actions. The occupation of Palestinian territories and the treatment of the Palestinian population are critical issues that tarnish Israel’s image as a “democracy in the Middle East” and generate strong international opposition. It is necessary to question whether the measures taken by Israel are proportional to the threats it faces and whether they contribute to a peaceful solution or an escalation of the conflict.

AN UNCERTAIN FUTURE: THE NEED FOR DIALOGUE
The Iran-Israel conflict is a complex challenge that requires a critical and nuanced analysis. Both countries, with their own narratives and justifications, have contributed to a cycle of violence and mistrust that threatens regional stability. To break this vicious cycle, open and honest dialogue is essential, addressing the security concerns of both sides but also recognizing and resolving the injustices and human rights violations that have marked this long and bloody conflict. The path to peace requires a real commitment to diplomacy and mutual respect, a monumental but essential challenge for the region’s survival and prosperity.

THE ROLE OF RUSSIA AND THE UNITED STATES IN THE IRAN-ISRAEL CONFLICT
Both Russia and the United States have played, and continue to play, significant, albeit indirect, roles in the Iran-Israel conflict. Its influence is manifested primarily through its bilateral relations with both countries, its regional policies, and its stance on Iran’s nuclear program.

RUSSIA
Historically, Russia has maintained close relations with Iran, based on historic ties and military and economic cooperation. This relationship provides Iran with a counterweight to Western influence and Russia with a strategic ally in a geopolitically crucial region. Russian arms sales to Iran, although limited by international sanctions, represent an influential factor in the regional balance of power. Furthermore, Russia’s position in the UN Security Council regarding sanctions against Iran has at times been an obstacle to Western initiatives. However, the growing cooperation between Russia and Israel on security matters, especially in Syria, introduces additional complexity to the picture. This cooperation primarily focuses on combating terrorism and preventing the spread of extremist groups, although it does not eliminate the tensions inherent in the Russia-Iran relationship.

UNITED STATES
The United States, for its part, maintains a close strategic alliance with Israel, providing significant military and diplomatic support. This support is based on the recognition of Israel as a key ally in the region and concern for its security. US policy toward Iran has been characterized by strong opposition to its nuclear program and support for international sanctions. However, the Trump administration withdrew from the 2015 nuclear deal, creating additional tensions and weakening diplomatic efforts to contain Iran’s nuclear ambitions. The US stance toward the Israeli-Palestinian conflict also influences regional dynamics, although its mediation efforts have had limited results. The Biden administration has expressed its intention to resume a more diplomatic stance, but tensions persist.

CONCLUSION
The role of Russia and the United States in the Iran-Israel conflict is complex and multifaceted. Their often contradictory actions have contributed to regional instability. While both countries have, at times, attempted to act as mediators, their national interests and bilateral relations with Iran and Israel continue to be determining factors in shaping the conflict. A lasting solution requires greater international cooperation and a genuine commitment to dialogue and diplomacy, regardless of political complexities.

Source: Peruvian News Agency PRENSAPERU.PE https://prensaperu.pe/ Twitter: @prensaperupe